Banda Sonora: “Carry you home” – James Blunt
Empiezo el blog definiéndome. Como me veo yo, y como me ven los demás. Sin avergonzarme de nada. ¿Por qué tendría? En definitiva, es quién soy, y con quien voy a tener que convivir los (creo) 70 años de vida (si es que llego) (uiii para que empezar a ser tan negativa?!?!). En definitiva, ¿en qué estaba? Ah, sí. Quien soy. Soy una persona dentro de los parámetros de lo que se considera normal. ¿Normal? ¿A qué definimos normal? Una persona normal es... Bueno NO SÉ que es normal. Lo que pasa es que es un término tan común, que se supone que todos entienden lo que es normal. En si es algo aceptado por la sociedad, no es malo, pero tampoco sube al nivel de genialidad. Es un bien, un aprobado, un 7 en clase, un 4 en diciembre o marzo. Espero que con eso lo pueda definir bien, o “normalmente”. Bueno, después de dar tantas vueltas, sigo. Soy normal, una persona gira la cabeza 180º grados y es muy difícil que depare en mí, aunque soy el tipo de persona que si espera (admito que desesperadamente) que alguien, alguna vez, se fije en mi, que resalte en toda una multitud gris, un color brillante. Y esa ser yo. No hablo de amor, nada que ver, hablo en términos generales. Aunque generalmente, siempre que eso sucede se trata de amor. Si no, porque alguien te va llamar tanto la atención positivamente en el medio de una gran masa de matices grises. (Porque también puede ser que sea que está muy mal vestido, y ahí lo/la miras para decir: OMG). Igual no estoy desesperada por enamorar a nadie, porque puede sonar así, y entiendo la confusión. Porque dentro de todas las cosas que soy, soy muy confusa. En tres segundos puedo cambiar totalmente de parecer, es increíble, pero verdad. Lo que me gustaría es destacarme en algo. Muchas veces me puse a pensar en que soy buena, en que me destaco, en que yo puedo decir: “En esto NADIE me gana”. Y pensando, repasando, nada, no hay nada. No es para tirarme para abajo, pero es así. No soy buena en dibujo, ni cocinando, ni jugando deportes, ni en el colegio, en nada. Absolutamente en nada. Tal vez puedo considerarme buena amiga, pero no es tanto como para recibir un premio. Se estar cuando alguien me necesita, pero no se q decir, se disfrutar con mi amiga su momento, pero (hay que admitirlo) con un poco de envidia. Igual, ¿Quién no es envidiosa? La persona que dice que no, es la se destaca en envidia. Hay que admitirlo, es el primer paso para la recuperación. Siempre algo de “¿Por qué le paso a ella y a mí no? Yo también me lo merezco. ¿Cuándo va llegar mi momento?” hay. Siempre. Y no hay nadie que diga que no, aunque sea muy profundo., en el fondo, en los pensamientos más perversos. Sí, soy envidiosa, lo admito. También soy celosa, que es parte de ser envidiosa. Soy curiosa, chismosa. No hay ningún chisme que no me llame la atención, a mi me tenés que decir todo. La curiosidad mató al gato. Por suerte a mi todavía no, pero ya va a llegar mi momento. Después de saber eso, hay un pequeño problema, que es guardarlo. A veces eso me cuesta horrores, pero la amistad es más fuerte. Siempre hay que cuidar a las amigas más que cualquier cosa en el mundo. Es lo más valioso que cualquier persona puede tener. Porque las amistades son para toda la vida, bueno solo las que se cuidan. El resto de las cosas no importa. ¿Qué importa que tal o cual te vea bien? Son tus amigos/as las que te quieren como sos, y te aceptan así, siempre y cuando no las lastimes. Últimamente, de la amistad estuve aprendiendo un montón, sobre todo en experiencias personales. Y espero que a alguien le sirva mis consejos antes de que sea tarde. Una vez que los/las perdiste, es muy difícil volver a recupérala. Una persona dolida no perdona así como así, uno tiene que poner todo su esfuerzo, si es que esa amistad de verdad, duradera. Lo digo desde el lado de la amiga que salió herida de toda la situación. La situación, de todas formas, no se recompuso. No sé si fue para mejor o para peor, igual se que actualmente yo estoy bien así. Pero, ahora estoy pasando por dos momentos conflictivos, por así decirlo. No sé como los verán el resto, pero dentro de mí los veo como “situaciones riesgosas”. No encuentro las palabras exactas para definirlos. Igual los dos son muy importantes para mí, y es vital que se recompongan. Me estoy yendo un poco de tema igual, porque este texto era para definirme a MÍ. Pero es tan difícil definirse, una se va de tema, amplia un poco más las ideas, porque con una palabra sola es muy difícil hacerlo. Una persona, en su definición de lo que es por dentro, como siente, como vive cada experiencia, como se enfrenta a ellas, es un sustantivo abstracto. ¿Cómo la definimos? Es algo que sabemos, es un conocimiento adquirido. Esta palabra, “persona”, no estuvo dentro de los: “¿qué es?” de un nene/a de 3 años. Por eso resulta tan difícil. Podemos recurrir a lo fácil: estudiante, adolescente tratando de decir alguna carrera para defenir que va a hacer durante el resto de su vida, hermana mayor. Pero con eso, ¿se sabe todo de una persona? Ni uno termina de saber como es. A veces hasta hace falta que el otro le diga como es. Toda la vida es como un auto descubrimiento, aunque según Freud la personalidad se termina de definir en la adolescencia (si es que aprendí algo de Psicología).
En fin, con todas estas idas y venidas, espero que con esta breve introducción sepan cómo soy.
