sábado, 13 de junio de 2009

Carta semi-abierta

Hasta el momento en que te saque de ese lugar, que piense que las cosas podrían haber funcionado, que no era esta la forma de arreglarlo, que te necesito, que te quiera ver, que quiera saber como estas todo el tiempo, que lo único que pueda hacer para que pase el tiempo sea dormir, que no quiera olvidarte y que vea que la única forma de estar bien es que estemos juntos de nuevo, no nos vamos a poder juntar a hablar.
Ahora me quiero juntar a hablar, pero de qué? En este momento me da bronca pensar en un futuro solo de amistad entre los dos, porque no es lo que quiero. Sigo repitiendo, pero no es lo que elegí. No quiero tampoco terminar convenciendome de algo en lo que no creo, que no lo considero una posibilidad.
Pero sé que cuando pase un tiempo no me va a quedar otra que pensar así, o al menos buscar alguna que me convesca. Y de ahí, amigos? Tal vez inconscientemente busque una forma para convencerme de que todo pasó, y ya podemos vernos como si nada, solamente para verte, y eso no sirve. En este momento sé que quiero pensar que las cosas entre nosotros no funcionaban, solo para verte y decirtelo. Pero no, no es así. Todo tan repentino. Un día me decías que nos quedaban muchos momentos lindos juntos para vivir, y al otro ya no sabés si querés estar conmigo. Esto da un beneficio para la duda, y así, no se puede evitar dudar. Cómo puedo saber yo que vos estás tan convencido que esto es lo mejor, que no te vas a arrepentir, que vas a estar mejor.¿Cómo puedo estar yo tan segura? Cómo no puedo evitar dudar, y todavía engancharme con la esperanza de volver. Decime cómo.
No me sirve nada de lo que cualquier persona me pueda decir, porque ni yo sé lo que quiero escuchar. Está bien, yo no sé lo que quiero, pero vos sí? Es raro saber que la persona que más bien me hizo, también es la que ahora más mal me hace.
Hasta que no me saque todas estas ideas de la cabeza no nos vamos a poder sentar como dos personas a hablar tranquilamente, porque la bronca me va a saltar de algún lado.
En este momento puedo hablar con bronca porque es más fácil. Sé que los dos estamos mal, pero ya no lo tengo que pensar como los dos, porque no somos dos. Estamos cada uno por su lado, y así se ven los lados. Tal vez suene que me quiera hacer la víctima de la historia, y no. Sé que estás mal, pero es que todavía no puedo entender tus motivos para decidir esto. Perdoname.
Este es mí espacio. No quiero que saques conclusiones que no tienen sentido de acá, nadie te obliga a entrar. Vos entrás porque querés y querés saber como estoy de alguna forma, por más que hay cosas que no tenés que saber de mi por que no te corresponde saberlas. Solamente necesitaba escribir esto, tampoco es que tenga la seguridad que va a entrar, y todavía no se si quiero que entres o no. Que se yo, ya me da lo mismo. Quiero que pase el tiempo y ya, para poder estar bien, ya saber que puedo estar sola, pero no sacando la estúpida conclusión: "era un idiota, estoy mucho mejor ahora que cuando estaba con él." No, no quiero. Te quiero, y mucho todavía, y también más.

2 comentarios:

Janine dijo...

Es increíble, porque te leo y me acuerdo de mí hace unos años en una situación muy parecida.
Yo sé que debes escuchar esto siempre (y que probablemente te cueste mucho creerlo), pero haceme caso, todo pasa.

Indignada dijo...

Son momentos duros donde nunca pero nunca sirve la palabra de nadie, pero tranquila, dentro de lo que puedas, ya va a pasar.
Mientras tanto, la intensidad de sentimientos está buena.
Después lo vas a ver igual.

Suerte!!