sábado, 30 de agosto de 2008
Gossip Girl
martes, 26 de agosto de 2008
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No importa ahora, no me arrepiento de lo que hice. Yo sabia lo que hacia, y ahora las consecuencias, tener que verlo todos los días de nuevo y nada. Lo mejor es olvidarlo, solo tengo que aguantar unos escasos tres meses, y ya está. No lo tengo q ver nunca más en mi vida. Nunca. Que se acabe ya esta pesadilla del amor a primera vista.
Amor a primera vista. Todavía me acuerdo cuando lo vi por primera vez, tenia 12 años, y su sonrisa y sus ojos, definitivamente, me mataron. Y de a partir de ahí, después por todo lo que pasé, ese recuerdo siguió intacto. No lo quería sacar de ahí. Yo estaba bien con lo imposible ahí. ¿Hice bien en hacerlo posible? Eso es algo que lo voy a poder contestar en un tiempo, cuando vea ya los frutos maduros de este chisme conflictivo. Por ahora, quiero que la tierra me trague y me lleve abajo del subte. Los días que siguieron fueron difíciles, mirarlo en el almuerzo como si nada hubiera pasado. Lo pensaba dos veces, y la situación en sí me parecía muy irreal. Yo, con él, ¿de verdad pasó? Algo que quería hace mucho tiempo, ¿de verdad al fin se cumplió? A mí, la persona que más desea y menos cosas se le cumplen. Pero sí, había pasado, había personas para atestiguarlo, más bien 90 personas para atestiguarlo. Si tendría que hacer un juicio tendría 90 testigos, para verlo de otra forma. Igual ninguno de los 90 hablaría del tema, bueno al menos las personas que tienen descencia.
¿Qué pasó después? Llegó la noche número 5, yo, esperanzada por todo lo que había ocurrido y había oído, fui, con un menor porcentaje en mis venas. Exactamente, no me acuerdo que pasó, sólo del rechazo, de nuevo. Primero me sentí sola, sin entender nada. ¿Qué había pasado, por qué antes si, y ahora no? Había sido un error para él, algo de lo que se arrepentía? Y eso creo que jamás me lo voy a poder responder. Me daba de nuevo con la misma pared, y llegaba hacia la misma conclución que siempre: Los hombres son todos unos histéricos. Ellos son los que no saben que quieren. Yo sí sabía que quería y se lo hice notar. Pero bueno, de nuevo con lo mismo. Luli se engancha de los más histéricos, los más boludos y de los que peor saben bailar (jajaja). No me puse mal, en ningún momento lloré, lo pensé mejor y yo sabía que esto también iba a pasar. Jamás pretendí en traerme un novio de Bariloche junto con los chocolates. Eso lo sabía, lo tenía muy claro. Él siempre estuvo distante, aunque yo hubiese querido, él y yo no somos una pareja que pega, que tiene algo en el medio. Ni hablamos! Ni se que tenemos en común. Sólo fue un flechazo muy flashero que siguió vivió por la carga de años, y por el que nunca haya pasado nada. Pero ahora ya está. Y la verdad, las cosas como se dieron, fueron mejor así. No cambiaría nada (bueno un par de cositas, sí). Fue mejor el freno de manos. Igual, siempre me van a quedar ganas de sentarme a hablar con él. Esa es la verdad.
Ayer empecé a escribir esto, y no estaba muy bien. Me había creado un perfecta burbuja de: "Estoy bien, y ya lo supere". Bastó con verlo conectado, para darme cuenta que no era así. Y ahora, habrá que verlo en el colegio, y dejar todo esto atrás como si nada hubiese pasado. Es una pena, pero es así como funcionan las cosas en mi mundo. No se hablan, solo se ignoran.
martes, 12 de agosto de 2008
lunes, 4 de agosto de 2008
Condicional
No estoy arrepentida. Hoy estoy orgullosa de lo que soy, y el carácter que logre formar, tal vez afuera no se note el cambio, pero por adentro yo sé que soy diferente, y con eso la verdad me basta.
Solamente estoy confundía. Ya no se que paso dar. A veces esperaba tal día, por tal razón. Ya no espero nada, solamente que el tiempo pase. Parezco una planta hablando. Vale aclarar que no estoy depresiva ni nada por el estilo. Estoy normal, en estado pasivo. Siento nostalgia, ganas de sentir lo que sentía antes, de tratar no sentirme tan vacía con lo que hago. Quiero una emoción fuerte, pero al mismo tiempo no se si me animaría. No se si me jugaría. ¿Qué cambiaría? Nada, todo seguiría igual. ¿Me juego o no me juego? (¿Ser o no ser?) En este momento, después de tanto tiempo de nada, no se si estoy lista para algo fuerte. Siempre estuvo ahí arriba, no sé si lo quiero bajar. Ya con tanto tiempo las expectativas son enormes, gigantes, de medidas catastróficas. Pero si no es ahora, ¿cuando va a ser? No va a pasar lo mismo que hace seis años atrás, no lo voy a encontrar dos filas adelante mío en una universidad privada estudiando marketing, eso se que no, y tengo toda la seguridad. Pero, y si lo dejo así como un amor platónico, y fue. Una historia para contarles a los nietos. Pero una triste, una que quedó en nada (“El gran amor platónico de la abuela”), ¿quiero eso? No, no quiero. Pero tampoco estoy lista para ser rechazada de nuevo (y eso más alcohol tiene efectos terribles en Luli), se siente mal, triste, feo, patético. Después está el:”Y?”, “Nada”.
Me parece que solo voy a esperar, y veré como se den las cosas. No quiero estar dos meses de acá en adelante sentada en la nada como ahora, no quiero el mismo primer párrafo de este texto dentro de dos meses. Quiero que las cosas se queden donde están, atrás y como un recuerdo, lindo o malo, como sea. Solamente que se queden.
Lees, y decís esta chica es la persona más insegura del mundo, y yo te digo: “Y puede ser, no sé.” Igual yo estoy perfecta.